Entrevista a Erik Kessels

Erik Kessels es un coleccionista y fotógrafo holandés, nacido en 1966 que, además de ser co-fundador y director creativo de la agencia de publicidad KesselsKramer (agencia de comunicación internacional independiente con sede en Ámsterdam), publica y expone fotografías encontradas, antiguas y/o contemporáneas, utilizando conceptos muy divertidos pero, a su vez, muy inteligentes, exponiendo así un pensamiento crítico sobre la imagen en general y haciendo pensar al espectador sobre las condiciones más laterales de la creación de imágenes.

Es aterrador pensar en nuestra exposición diaria a los anuncios en calles y avenidas y,  aunque depende de muchos factores (desde dónde vivimos hasta qué trabajo hacemos y cómo preferimos pasar nuestro tiempo libre), la empresa de marketing Yankelovich, Inc. ha estimado, en un estudio reciente, que una persona está expuesta a alrededor de 5,000 anuncios por día.

Es muy necesario que quienes vivimos en las ciudades, nos paremos a pensar en cómo nos afectan las miles de imágenes que vemos en un sólo día. “La gente ve más imágenes antes de la comida de lo que una persona del siglo XVIII veía en toda su vida“, contaba Erik Kessels durante sus clases en la Escuela de Fotografía Contemporánea Hydra, situada en Calle Tampico 33, en CDMX, y que es una de las escuelas de fotografía más destacadas de Latinoamérica y que, además, cuenta con uno de los mejores programas de fotolibros que existen en el continente. En este programa, además de en su taller, “Fracasos Fabulosos”, ha estado compartiendo sus saberes Erik Kessels durante casi dos semanas, en esta primera visita a México y a Latinoamérica.

La primera vez que vi el trabajo de Erik fue en Pier24, en San Francisco, uno de los espacios para exponer fotografía más grandes del mundo (que no es museo). En 2012, este espacio dedicó tres grandes galerías a las exploraciones de Kessels sobre la imagen. Recuerdo entrar en una habitación cubierta por un mar de fotografías impresas de 3×4 pulgadas. Miles de fotografías apiladas unas sobre otras, desde el piso hasta el techo: imágenes de flores, reuniones familiares, eventos deportivos, paisajes, graduaciones, mascotas. Esa montaña era la manifestación física de las fotos publicadas en un solo día en Flickr. En México esta instalación estuvo presente en el Centro de Cultura Digital, dentro de la muestra Big Bang Data años después.

Foto cortesía de Pier 24.

Erik es, sin duda, uno de los pensadores contemporáneos más destacados dentro del mundo de la imagen a día de hoy, y lo es por sus reflexiones, sus críticas, y su intelectual visión sobre la importancia de detectar el fenómeno de super-producción de fotos. Sin lugar a dudas, las investigaciones fotográficas de Erik K. ayudan a personas de todo el mundo entero a reflexionar profundamente sobre cómo “sufrimos” la producción en masa de imágenes y cuánto necesitamos (o no) ésto en nuestras vidas. Ver los libros de Erik nos hace entender que debemos dejar de producir imágenes a la velocidad que lo hacemos y comenzar a mirar hacia atrás, aprovechando todas las imágenes que ya existen.

Álgido ha tenido la gran oportunidad de entrevistar a Kessels en su estancia en nuestro país:

-Es la primera vez que vienes a México y América Latina para ayudar a un grupo de autorxs con el avance de sus fotolibros y a impartir un taller, todo en la escuela de fotografía contemporánea Hydra. ¿Cómo te has sentido durante el contacto con estos fotógrafos en la Ciudad de México?

Creo que lo que más me ha sorprendido, es que el taller en sí, y las cosas que he descubierto de lxs autorxs. Muchos proyectos son muy profundos y tienen que ver con temas muy personales. Quizás es sólo en este el taller que se ha dado este fenómeno, pero creo que la gente de acá conecta con muchas cosas del pasado y temas que les producen (o les han producido) dolor, así como historias personales. Eso es muy diferente a donde yo vengo o la foto contemporánea en Europa, donde no hablamos tanto del pasado y más del futuro. Aquí todo está más conectado con el pasado, las tradiciones, y hay más raíces en esta sociedad. En Europa solemos hablar de cosas que todavía no están, o cosas del futuro…

-Hay quien piensa que los libros están desapareciendo, y que probablemente los que van a sobrevivir son fotolibros, novelas gráficas y libros de arte. ¿Cómo crees que los autores pueden hacer que estos libros se destaquen de entre los miles de libros que se producen cada año?

Portadas de los libros parte de la colección de Eric Kessels “In almost every picture”

Creo que, en general es muy buena señal que se produzcan muchos libros de manera independiente a día de hoy. No se si estoy de acuerdo con que los libros están desapareciendo. Las novelas normales siguen inundando las estanterías de las casas. Creo que la venta de libros está creciendo de nuevo después de mucho tiempo. También porque la gente está demandando experiencias más físicas. En cuanto al foto-libro, destacarán aquellos que hablen de una expresión personal, y no sólo están autopublicados sino que, además, son una especie de portfolio de lxs artistas.

Ahora lxs fotógrafxs, en vez de tener un portafolio, tienen foto-libros, y eso expresa mejor su trabajo. Y estos libros, así como sus creadores, deberían destacar cuando la idea es fuerte. Es bueno que hay tanto hecho ya, que lo hecho sirve de referencia para cosas nuevas, y para que lxs artistas analicen cómo sus proyectos de libro pueden destacar. Eso tiene mucho que ver con ideas irónicas, graciosas, llenas de humanidad, o con trabajos muy conectados a muchas otras personas y que enseñan eso en sus páginas, hasta de una manera excesiva, y claro, algunxs lo hacen mejor que otrxs.

Pero creo que la competencia es buena, pero eso no significa que haya que ser populistas con nuestras ideas, también pueden ser ideas más profundas o más divertidas, pero han de ser expresadas de una manera particular y clara. No tienen que ser imágenes excéntricas, pueden ser más suaves, pero tienen que tener una dirección que funcione.

 

Fotos cortesía de Erik Kessels, de su libro “Mutilated-family”.

 

Durante algunos años, ha habido una creciente conciencia entre los sectores académico, científico y cultural, de generar, procesar y, sobre todo, interpretar datos con las tecnologías que estamos manejando y de creer que se puede cambiar radicalmente nuestra sociedad mediante a esto. ¿Cómo piensa Eric K. que las imágenes (como datos visuales) podrían ser una oportunidad y una herramienta para el conocimiento, la prevención, la eficiencia y la transparencia, así como un instrumento para construir una democracia más transparente y participativa?

Bueno, eso es solo una cara de la moneda: con tecnologías llegamos más y más lejos, y trae también perspectivas interesantes de esa manera, pero por otro lado, el “contrato” con eso que es que la gente a veces se harta de la tecnología, se cansa de lo digital, de estar online, y conectadxs todo el tiempo… y entonces quieren estar desconectados, y se busca más lo que se puede tocar, lo real. Entonces, esas dos cosas, pasan todo el tiempo y se yuxtaponen constantemente. Por ejemplo, los festivales de música son más grandes que nunca, mientras que hace diez-quince años, se creía que iban a desaparecer porque hoy día tenemos acceso a toda la música y a todos los videos de conciertos en vivo. Es lo mismo con los cines, se pensó que morirían porque podemos poner una película a cualquier hora del día, pero por el contrario, las visitas al cine (al menos en Europa, y seguramente esto es un fenómeno global), son más que nunca. Eso es una reacción de la gente ante todas las posibilidades que tenemos, lo cual no mata ese fenómeno, pero hay que tener ambas ciencias.

 

Es verdad que todo ha cambiado mucho por la accesibilidad a toda esta información, pero la democracia de tomar imágenes y mirarlas, es casi irreversible a este punto, y a la vez, también hay mucha más censura en pequeña escala, pero también en escalas grandes: por ejemplo, facebook e IG pueden censurar fotos de pechos de mujer, mientras que las imágenes más consumidas y que más inundan internet, son pornográficas. Esto no tiene sentido, es hipocresía pura y dura. No se censura la pornografía pero sí se censuran imágenes del siglo XVII donde sale una mujer semidesnuda. Es decir, que no todo es positivo, y tenemos que entender cómo las grandes compañías están controlando nuestras imágenes. Nunca el mundo ha sido más conservador.

 

Parte de su trabajo es tomar imágenes de su contexto “natural” y colocarlas en otro lugar. Eso es impactante para algunas personas, pero la realidad es que, en un contexto alterado, miran estas fotos de manera diferente, con más cuidado y atención. ¿Qué crees que pasaría en un mundo de fantasía en el que podríamos hacer eso con todas las imágenes que realmente no parecen importantes?

Se dan dos cosas diferentes: vivimos en una realidad donde todo esto ocurre y estamos bombardeados de imágenes cada día, pero también en este momento de la historia, la responsabilidad de lxs artistas y fotógrafxs de filtrar eso, o de señalarlo, es la protesta que se puede hacer a cómo funciona el sistema, es la manera de hablar sobre lo que pasa. Podemos ver que los millones y millones de imágenes que se postean en Flickr y en Instagram cada día, copian a otro millón de imágenes, todas se parecen, son canales de imágenes muy standars y repetitivas. Hay sistemas que hacen que las imágenes se vuelvan comerciales, y creo que lxs artistas deberían hablar de eso cuando puedan, y romper un poco eso, y señalarlo. Lo que yo hago, en cierto modo, es poner eso a relucir, y sacando las imágenes de contexto, hago que la gente las vea de otra manera, pero mucha gente hace lo mismo que yo. En el pasado, lxs fotografxs congelaban momentos para que la gente pudiera ver ese instante irrepetible, y lo hacían con su cámara. Hacían que los momentos se convirtieran en momentos especiales, y que la gente al ver esas fotos pensara: “wow, nunca he visto nada como esto”, y esa era la responsabilidad de lxs fotógrafxs antiguamente, pero ahora, lxs fotógrafxs tienen cámara pero también tienen tecnologías, y pueden usar métodos para enseñar lo que quieren.

-Tus intereses por las imágenes y la forma en que las personas las consumen te llevan a un nivel completamente diferente al de las personas que sólo hacen libros. Además de las colecciones de álbumes y fotos que encuentras en los mercados y que también inspiran tu trabajo comercial, ¿qué más inspira a Eric Kessels estos días?

 

Kessels indagando entre cientos de fotos antiguas en el mercado de El Salado, el pasado miércoles.

Es una respuesta complicada porque mi inspiración viaja todo el tiempo, no me atasco con 5 o 10 años con una inspiración. En este momento de renacimiento de imágenes, es un tiempo para mí en que me siento como en una tienda de golosinas, porque todo cambia todo el tiempo, y mi inspiración lo hace también, y toma formas muy diferentes. Para mí, además de la imaginería, lo que me inspira es la gente que está a mi alrededor. El mundo es cada vez es más pequeño gracias a la conexiones que tenemos con otra gente. Sea donde sea que vayas, siempre encuentras a alguien con quien te has comunicado, al menos, una vez, y por fin te encuentras con ellxs… lo cual es muy hermoso en estos días. Podemos irnos a un pueblito pequeño en Alemania, y encontrar a alguien que comparta con nosotrxs ideas, pasiones, y tiempo, y al igual que nosotrxs con ellxs. Además del trabajo que uno hace, este contacto tan humano entre personas, hace muy interesante la comunicación. También las imágenes viajan muy rápido a día de hoy, al igual que las personas lo hacemos. Por ello, nuestro tiempo para conectar con otras personas, también pasa de manera más rápida, lo cual es muy hermoso también. Esto es algo que muchos encontramos muy gratificante, porque extrañamos en contacto físico, ya que hay mucha adicción a estar conectadxs a las computadoras y al teléfono.

 

 

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