La agricultura urbana en la CDMX
Así se manifiesta uno de los movimientos actuales más importantes
La agricultura industrial es una fuente importante de contaminación de combustibles fósiles. Los productos petroquímicos se utilizan para fertilizar, pulverizar y conservar los alimentos. Los plásticos hechos de petróleo se utilizan para envasar los alimentos, y la gasolina se utiliza para transportar alimentos en todo el mundo. La agricultura urbana nos desconecta del petróleo minimizando la huella de transporte y utilizando métodos de cultivo orgánico.
Mientras que la agricultura industrial a menudo maniobra para evitar pagar las externalidades ambientales; los agricultores urbanos soportan directamente los costos ecológicos de sus acciones (una externalidad es aquella situación en la que los costos o beneficios de producción y/o consumo de algún bien o servicio no son reflejados en el precio de mercado de los mismos). Esto hace que los agricultores urbanos sean mejores administradores de sus tierras, porque extraen su nutrición de ellas. En lugar de utilizar productos químicos que destruyen la biología del suelo, la cultura de la agricultura urbana hace hincapié en las técnicas orgánicas sostenibles que enriquecen el suelo.
El Huerto Roma Verde nace en 2012, recuperando un terreno que estuvo abandonado durante 27 años.
Roma Verde es un espacio en el corazón de la colonia Roma (calle de Jalapa s/n entre Coahuila y Campeche) que, gracias a ciudadanxs y organizaciones sociales (coordinadxs por La Cuadra A.C), representa el sueño hecho realidad de recuperar un solar en desuso y transformarlo en un gran huerto urbano basado en la permacultura, es decir, trabajar con la naturaleza y no en contra de ella, convirtiéndolo en un pulmón dentro de la Ciudad de México.
El espacio oscila siempre entre lo ambiental y lo cultural, ya que mientras el huerto produce frijol, rábano, calabaza o betabel, también es escenario de conciertos, funciones de cine, temascales y/u obras de teatro (checa aquí su calendario).
Su carácter es participativo y todxs podemos ser parte del proyecto como voluntarixs o tomar alguno de sus múltiples talleres (hay descuentos permanentes en los talleres y servicios que brindan: Para Vecinos del multifamiliar P. Juárez: 30% / Vecinos Roma-Condesa-Doctores: 15% /3era Edad y Estudiantes: 15% (Mayor a 60 años y hasta universidad) y visitar el gatario o simplemente darnos una vuelta para vivir la experiencia de estar en una reserva ecológica dentro del ajetreo citadino.
Los proyectos que se realizan en el huerto se basan en el Sistema de Bienestar Común, en la economía social y la solidaridad económica, por lo que la generación de recursos no tiene fines de lucro, sino que es utilizada para el desarrollo del espacio y sus proyectos. Los excedentes se invierten en proyectos de impacto social y/o ambiental, fuera y dentro del huerto.
El sistema tiene como objetivos básicos:
- Identificar los fenómenos biosociales por los que atravesamos al desarrollarnos como comunidad.
- Co-crear a través de generar poder social, estrategias que nos lleven de la autosuficiencia a la resiliencia.
- Generar proyección hacia las ciudades y comunidades del futuro.
- Contribuir a la comunidad, a la ciudadanía y al bienestar común.
El simple acto de plantar un huerto puede dar forma a temas como la economía, la salud y la política al mismo tiempo, porque la comida es un punto focal esencial de la actividad humana.
¿Por qué la agricultura urbana es el movimiento más importante de nuestro tiempo? A medida que el movimiento de la agricultura urbana crece, aquí hay cinco formas en que transformará nuestro mundo:
1.Renovación de las economías locales. El comercio local de vecinx a vecinx, generalmente no ocurre en nuestras comunidades. Las áreas residenciales casi nunca incluyen espacios comunes donde puedan ocurrir intercambios comunitarios. El sistema desalienta el comercio comunitario y, en cambio, alienta a comprar en cadenas de supermercados.
Gracias al movimiento de la agricultura urbana, se revitaliza el comercio local. Ahora, hay espacios, en donde en lugar de comprar naranjas, se cambian calabazas por naranjas del árbol del/la vecinx. Si la agricultura urbana sigue creciendo, causaría una interrupción económica masiva y positiva al introducir la producción local de alimentos que competiría con la corriente principal corporativa en cuanto a precio, calidad, conveniencia y nivel de servicio.
2. Una revolución de la salud y la nutrición. La mayor conciencia sobre los efectos negativos para la salud de los alimentos de la cadena alimentaria industrial es, en sí misma, una razón importante por la cual los agricultores urbanos cultivan sus propios alimentos. Cuando su producto alimenta a su familia, es menos probable que lo rocíe con venenos. La comida local tiene más frescura, sabor y retención de nutrientes porque pasa por menos transporte y procesamiento. A medida que el movimiento de la agricultura urbana crezca, habrá una mayor accesibilidad a los alimentos locales nutritivos y más tiempo dedicado al trabajo físico saludable de la jardinería. Esto podría resultar en menos obesidad, menos enfermedades crónicas y disminución del gasto en atención médica.
3. Un florecimiento de la interacción comunitaria. La agricultura urbana es un estilo de vida inherentemente centrado en la comunidad. Cultivar alimentos es, además, un esfuerzo cooperativo: se intercambia el conocimiento de cómo y qué cultivar, se intercambian las semillas, se comparte el trabajo y se intercambia la cosecha.
A medida que crece la agricultura urbana, es probable que se produzca una interdependencia más fuerte dentro de las comunidades, a medida que los sistemas alimentarios locales generen una mayor interacción comunitaria en la vida diaria de las personas.
La agricultura urbana es uno de los movimientos más importantes de nuestro tiempo. Si bien existen muchas otras iniciativas notables en la actualidad, la influencia de la agricultura urbana está muy extendida porque viven más personas en las ciudades que en las áreas rurales y la comida es una necesidad fundamental que afecta todo a la vez.
Fotógrafa profesional, directora de arte y profesora de fotografía con 19 años de experiencia en el campo. Vivió en San Francisco, CA. desde el 2008 al 2016 y vive en la Ciudad de México desde hace tres años donde, además de lo mencionado, trabaja como creadora de contenidos.