La Importancia de la cultura en espacios públicos: Festival de la Primavera 2019

En la CDMX La primavera se celebra con dos horas extras de metro pero, sobre todo, con música en las calles

Con 90 bandas tocando en 16 escenarios (Alameda Central, Zócalo, Santo Domingo, Motolinia… etc) se celebraba este pasado fin de semana la entrada a la primavera en la capital del país.

Boleros, jazz, blue, música popular mexicana, músicas del mundo, big band… y otros muchos otros géneros, se notaba la vibración nocturna en el Centro Histórico.

 

De acuerdo con el secretario de Cultura de la Ciudad de México, José Alfonso Suárez del Real, se esperaban como mínimo 200 mil personas a las más de 90 presentaciones a las que se destinaron un total de 12 millones de pesos.

 

Hubo también teatro y performances, y algunas obras más experimentales que otras.

La ópera se hizo escuchar también; pero lo que más hubo, sin duda, fue movimiento: familias con sus niños yendo de plaza en plaza, grupos de amigxs moviéndose de concierto en concierto entre los escenarios, y un sentimiento primaveral que inundaba las calles, a pesar del frío y un poquito de lluvia.

 

A esta celebración se sumaron los alebrijes danzando y varios teatros con actividades culturales (Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el Museo del Estanquillo, El Rule, el Museo de la Ciudad de México, El Centro Cultural de España, entre otros).

El Zócalo se transformó en un jardín psicodélico, donde había césped (artificial) y flores de colores, perfecto background para las selfies de la noche.

Lxs vecinxs del Centro Histórico, a su vez,  se transformaron en anfitriones para quienes venían de otras colonias y delegaciones.

Y, sin duda, fue un gran detalle y un factor de gran motivación a seguir disfrutando de los conciertos, el que el Transporte Colectivo (STC) ofreciera servicio hasta las 2 de la mañana para asegurar que lxs asistentes regresaran a salvo a casa

Pero lo que más nos gustó de esta noche de primavera es que, como destacó la Secretaría de Cultura, se pudo “promover la apropiación del espacio público para el disfrute de las más diversas expresiones artísticas y culturales, como práctica cotidiana de nuestra ciudad”.

Usar los espacios públicos en las ciudades para impulsar el desarrollo cultural, físico y de recreación de las personas que habitan en las grandes urbes ,  es de suma importancia. Esto es porque por medio de ellos,  puede florecer la cultura, la política, la identidad y el interés por lo público.

 

Estos espacios, en buenas condiciones, pueden ayudar a mantener a las personas desocupadas y/o ocupadas, y ayudar al desarrollo de su creatividad. Los jóvenes, por ejemplo, utilizan los espacios públicos para reunirse con personas de su entorno y, en muchos casos, enriquecerse a través de los puntos en común que pueden presentar estas tribus urbanas para comunicar y expresar sus ideas o sus habilidades.

 

En la actualidad nos encontramos ante nuevas formas de reorganización de los espacios públicos en la ciudad, como resultado de una manera diferente de vivirla, de relacionarse y de pensarla. Entre los principales procesos destaca el no tan positivo abandono y deterioro de las infraestructuras y los espacios públicos tradicionales.  Este tipo de problemáticas que vienen de la mano del desinterés por el mantenimiento de estos espacios conllevan, a su vez, el peligro y la delincuencia.

Por eso mismo, actividades como la del pasado sábado 23 de marzo, en la que las plazas son tomadas y disfrutadas por el público en general, son de gran impacto positivo en la ciudad y para sus ciudadanxs.

 

Celebremos, pues, a los grupos de baile en las explanadas, a las personas bañándose en las fuentes públicas y a quienes deciden hacer ejercicio en los parques o los estacionamientos públicos.

La ciudad es de todxs, y todxs debemos cuidarla y disfrutarla, hacerla pública en vez de privatizarla, y seguir compartiéndola, sobre todo, a través de la cultura y el espíritu comunitario.

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