Guadalajara la bella, cumple 477 años

Guadalajara la bella, cumple 477 años.

El 14 de Febrero sonaron las mañanitas.

Aunque la llaman la “Ciudad de las Rosas”, yo la llamaría la “Ciudad del Azahar” por el olor a esta flor que sus tantos naranjos desprende. A 477 años de su fundación, Guadalajara sigue manteniendo a pesar de su crecimiento , su carácter provinciano, su olor a flores, su tranquilidad y su belleza.

 

Guadalajara simboliza la calma: es la ciudad de la que me enamoré de éste país, las avenidas siguen siendo limpias, las calles estrechas son seguras, sus plazas, lugares donde descansar en silencio, y lxs tapatíxs, personas amables que toman su tiempo para indicar al extranjerx  cómo llegar a su destino.

 

Hace 14 años que viví en Guadalajara y cada vez que regreso, el tiempo no parece haber pasado. Se mantiene hermosa tal y como lo era cuando yo tenía 25 años, y ella había cumplido sólo 463. El Expiatorio sigue igual de hermoso, La Michoacana sigue tentando en cada esquina con nieves de colores cubiertas de chocolate, y las tortas ahogadas siguen resucitando muertos. Enamorada de ella, es fácil escribir de sus virtudes; aunque sus virtudes, también han sido regadas por cambios.

 

El pasado 14 de febrero fue su cumpleaños, y se repartieron, entre los asistentes a la celebración,  cinco mil picones y chocolate caliente, y mil rosas. Además, y con motivo de ello, quedó inaugurada GDLuz;  tres días de actividades, conciertos y eventos, que se estrenó con un espectáculo de luces, pirotecnia y música, y que celebrará, por tercer año consecutivo, su amor por la Ciudad. Al estreno, en Plaza Liberación, acudieron unas 20,000 personas.

 

De los casi 27 millones de pesos que costará esta edición del Festival GDLuz, el Ayuntamiento Tapatío aportará 10 millones de pesos, los cuales el presidente municipal, Ismael del Toro Castro, aseguró que están correctamente invertidos para la proyección que se le da a la ciudad en estas fechas.

 

Por su parte, la directora de Turismo, Lorena Velázquez Guerrero, anunció el ciclo de actividades que se llevarán a cabo entre el 18 y el 22 de febrero, con la participación de ponentes como Alfredo Alcántar, con la Evolución Histórica y Arquitectónica de la Primera Catedral de Guadalajara; José Antonio Rosales con Tradiciones de Guadalajara antigua; Fundadores de Guadalajara, con el padre Tomás de Híjar, entre otras. Finalmente Ismael del Toro dio a conocer que como parte de los festejos, el 24 de febrero se realizará el Medio Maratón de Guadalajara, evento deportivo que cuenta con la certificación de etiqueta de oro; el único a nivel nacional con esta distinción.

 

Además del crecimiento de su oferta cultural, también Guadalajara ha crecido muchísimo en extensión, y  aunque parece que no tanto en número de habitantes, ya que se estima que alrededor de 5 millones de personas viven en la zona metropolitana, lo cual la convierte en la segunda ciudad más grande en México, después de CDMX.

 

Grandes lugares han desaparecido, y otros han sufrido alteraciones drásticas, por lo que muchxs de sus habitantes extrañan con nostalgia a la Guadalajara de hace unas décadas que poco tenía que ver con la moderna metrópoli en la que se ha convertido. Las generaciones más jóvenes sólo pueden saber de esta Guadalajara por las fotos de sus padres, sus abuelos o hermanxs más mayores.

 

Ejemplos muy notorios me vienen a la mente: el río San Juan de Dios, cuyo bello caudal existió hace más de un siglo, ahora lo reemplaza la Calzada Independencia y un gran y caótico mercado.

 

O el monumento Los Arcos, cuyos alrededores estaban despoblados y ahora es uno de los atractivos turísticos de la ciudad.  Algunxs tapatíxs aún recuerdan dónde estaba la Penitenciaría Escobedo, aunque pocos saben que se le conocía como la “Casa Colorada” porque así era el color de sus paredes. La demolición de la penitenciaría daría lugar al Parque Revolución (al que coloquialmente se conoce como Parque Rojo, seguramente por esa misma razón). Tampoco el Cinelux (que estaba frente a la catedral) o el Hotel Imperial (primer edificio de cinco pisos en la ciudad) siguen en pie.

guadalajara

Como sea, hay que plantearse si Guadalajara merecía esos cambios o no. Para muchxs el haberla transformado tanto no ha sido beneficioso, pero para otrxs era necesario. Las ciudades se transforman, crecen, cambian. Pero revisando la historia de muchas ciudades, quizás los cambios no fueron muy pensados, se hicieron de manera apresurada y sin razones de peso.

En Álgido creemos en un futuro mejor, un futuro en el que las ciudades se transformen para aprovechar mejor los recursos, convertirlas en metrópolis cada vez más verdes, donde las construcciones provengan del uso consciente de los materiales empleados.

 

La Ciudad de las Rosas, sin duda, cumple un año más de esplendor y reconocimiento mundial y su historia nos sigue sorprendiendo. Feliz cumpleaños y que cumplas muchos más, bella y única Guadalajara.

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