Transformando el futuro: Trabajo Comunitario qué significa y a dónde nos lleva

Existen muchos enfoques sobre el “trabajo comunitario”. Decía N. González en su libro: “Memorias del Primer Encuentro de Experiencias Comunitarias.”, que “El trabajo comunitario, no es sólo un trabajo para la comunidad, ni en la comunidad, ni siquiera con la comunidad, es un proceso de transformación desde la comunidad, soñado, planificado, conducido, ejecutado y evaluado por la propia comunidad.”

Algo a tener en cuenta en este momento de la historia es que la realidad tiene que ser trabajada desde los procesos de autodiagnóstico, en que las comunidades se reconocen críticamente e identifican sus necesidades sentidas y reales, mientras que los educadores inciden en evitar los extremos, reconocer limitaciones, promover nuevos aspectos y cumplen una función educativa que propicia una interpelación, que se define como una “intervención democrática” a través del diálogo.

La participación va más allá de la movilización o de la presencia física del individuo y exige implicación e intervención de los sujetos en el proceso; es por tanto una participación activa que requiere del compromiso de los participantes. Concebido de este modo, el querer participar corresponde con el derecho del sujeto a asumir (o no) una tarea determinada, se asocia a la motivación que la persona pueda sentir, lo que corresponde al desarrollo de un proceso comunicativo; cuando hablamos de saber participar nos estaremos refiriendo entonces al resultado de un proceso educativo mientras que poder participar es el resultado de un proceso organizativo.

De todo esto se habló en el Primer Encuentro Nacional de Cultura Comunitaria  Levadura que tuvo lugar los pasados días 17, 18, 19 y 20 de julio en Ciudad de México.  El encuentro, que se realizó en el marco del Festival Diálogos de Verano. Fiesta de las Ciencias y Humanidades, abrió un espacio de reflexión al oriente de la ciudad a través de paneles, mesas de trabajo, conversatorios, talleres de tecnologías comunitarias, conciertos, maratón de presentación de proyectos, nicho de autocuidado, cocina comunitaria e intervenciones artísticas.

 

Una de los motivos por los que se desarrolla este Primer Encuentro Nacional de Cultura Comunitaria LEVADURA es propiciar el espacio y tiempo para que se faciliten debates e intercambios de experiencias que generen reflexiones sobre procesos comunitarios y la construcción de redes que favorezcan la inclusión, la equidad de género, la cultura de la paz y la justicia, así como otras expresiones y conceptos que sean condicionantes para el desarrollo social a partir de las prácticas y saberes de las propias comunidades.

 

La programación permitió a lxs asistentes compartir saberes y conocimientos a través de paneles, mesas de trabajo y conversatorios que fueron los instrumentos mediante los cuales se destilaron las conclusiones para optimizar los procesos de desarrollo comunitario que impulsaron a gestores, promotores, creadores y otras figuras que trabajan en el ámbito de lo barrial y comunitario.

Para reconocer la diversidad y riqueza tanto de las prácticas comunitarias como de los contextos donde surgen, el programa de Levadura se planteó en tres ejes: Relaciones Institución/Comunidad: perspectivas y contradicciones, Cultura de paz y violencias: fracturas y acciones hacia una nueva comunalidad, y Equidad de género: urgencias y cambios profundos.

 

En el eje 1 (Institución y Comunidad: perspectivas y contradicciones), se abordaron los temas:

Formas de organización, Estrategias y políticas comunitarias, Haceres y saberes; Espacios culturales y prácticas comunitarias; ¿Dónde estamos y qué hacemos?; Crisis ambiental y sustentabilidad; Sanar juntas; Derechos Culturales y justicia social; Feminismos y comunidad; Diversidad de género y políticas; ¿Nuevas masculinidades?; y Machismo y patriarcado.

Todo esto pasó en las “Casas”, que fueron mesas de trabajo donde se compartieron diagnósticos sobre diferentes problemáticas relevantes. Los grupos eran muy variados, personas de todos los estados de la República, así como participantes de Latinoamérica y Europa.

LEVADURA reunió a expertos de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, EEUU, México y Perú, para hablar sobre las “Perspectivas Latinoamericanas de las Políticas de Cultura Comunitaria”. También tuvo lugar el panel “Procesos de Formación en Cultura Comunitaria”. En ambos participaron miembros de la Secretaría de Gobierno de todos estos países, e investigadores de sus universidades.

Esta gran reunión de activistas, gestores culturales, talleristas y artistas, tuvo lugar en FARO Oriente, durante los tres primeros días. El cuarto día, donde se compartieron las conclusiones, impresiones y trabajos en equipo llevados a cabo, tuvo lugar en el Centro Cultural Los Pinos, en el parque Chapultepec.

 

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