Recicladoras de basura: un ejemplo de desarrollo sustentable. Chintán y su papel en India.

La ocupación de lxs recicladores ha adquirid

o una nueva importancia, especialmente, desde la última recesión económica

mundial. Cada vez más lxs recolectores son reconocidxs por sus valiosas contribuciones a la sostenibilidad urbana y el desarrollo, son muy importantes los aportes ambientales y económicos de lxs recicladores informales a las ciudades.

En esta ocasión Álgido se acerca a conocer a Chintán, una organización de recicladoras de Delhi. El programa Voice for Waste de Chintán recuerda al mundo que el desperdicio se trata tanto de las personas que lo provocan como de los materiales que utilizamos. En la India, en particular, son millones de personas pobres quienes manejan los desechos, ahorrando dinero público y reduciendo los gases de efecto invernadero. En Chintán se apuesta por programas diseñados para mejorar la calidad ambiental en el contexto de los desechos, los cuales deberían ser ecológicos y sostenibles. Por ello, Chintán se asocia con el sector informal de reciclaje de residuos mediante programas diseñados para, justamente, ayudar a este sector a organizarse y así asegurar su inclusión en políticas.

 

También, esta organización establecida en diciembre de 1999, aboga por la justicia social y ambiental a través de publicaciones, campañas, redes y asociaciones. Chintán ha formado parte de comités que han dado lugar a nuevas reglas inclusivas relacionadas con los residuos, como las normas sobre residuos plásticos y han impactado las normas sobre residuos electrónicos y residuos sólidos municipales. Su visión se basa en el crecimiento inclusivo, sostenible y equitativo para todxs.

 

Chintán nace como un medio para abordar los problemas del consumo sostenible y la justicia ambiental y social. Pronto atrajo a otrxs que deseaban crear y promover estrategias que aseguraran la justicia social y ambiental en una India en rápida transformación.

Debido a la situación actual, cada vez es más crítico trabajar directamente con las comunidades pobres y marginales, por ello se forman nuevos tipos de asociaciones con las que acercarse a una nueva y mejorada visión de un mundo, y que defiendan políticas más avanzadas tanto a nivel estatal como central.

El trabajo de esta organización tiene varios diálogos en curso: los Objetivos de Desarrollo del Milenio y varias convenciones internacionales tales como el Convenio de Estocolmo, el Protocolo de Kyoto, la Convención de los Derechos del Niño y la Declaración de Río de 1992.

India, junto con la mayoría de los países en vías de desarrollo, está experimentando una transformación extraordinaria, impulsada tanto por la globalización como por la urbanización. A pesar de su papel como actor clave en los asuntos mundiales, la India alberga a 300 millones de personas que viven con menos de un dólar al día. Una característica especial de la dinámica urbana de Delhi es el sector informal que proporciona servicios esenciales para la ciudad.

Dado que el desperdicio, junto con el agua y la energía, son los marcadores vitales de la viabilidad urbana, Chintán utilizó esto como un punto de entrada al campo de la sostenibilidad. Por ello, trabajan con cientos de miles de recicladores de residuos del sector informal: recicladores, compradores de residuos y reprocesadores de residuos. En última instancia, llevan la carga de proporcionar servicios de reciclaje críticos a las principales ciudades de la India, donde el consumo genera toneladas de desechos cada día.

Sus enfoques principales incluyen la creación de capacidad para empleos verdes en el sector informal, la inclusión de las personas más pobres de las zonas urbanas en la formulación de políticas, la investigación y la promoción de temas relacionados con la justicia ambiental y la gobernanza ambiental.

A pesar de su visibilidad en la mayoría de las ciudades del Sur global, lxs recicladores y las contribuciones al medio ambiente urbano y la economía, son ampliamente ignoradas e infravaloradxs por los planificadores de la ciudad, que privilegian a un modelo racionalista-modernista basado en el uso de tecnologías intensivas y basadas en el capital.

Sin embargo, en ciudades como Delhi, los sistemas de recolección y/o reciclaje municipal, al igual que lxs recicladores, son no sólo muy importantes, sino que son imprescindible para abordar un desafío clave del siglo XXI: la cantidad creciente de residuos sólidos.

Lxs recicladores informales son creadores de valor para sus ciudades – las autoridades locales obtienen beneficios de las actividades llevadas a cabo por el sector informal sin pagar por ellas-. Lxs recicladores contribuyen a aumentar la vida útil de los vertederos reduciendo las cantidades de residuos que deben eliminarse y son actores económicos clave.

Por ejemplo, en Túnez, 8.000 recicladores informales logran reciclar 5,000 de las 8,400 toneladas anuales de plástico PET. En Brasil, el reciclaje informal es responsable de las altas tasas de reciclaje de cartón (80 por ciento) y aluminio (92 por ciento).

Cada día, millones de personas en toda la India se ganan la vida trabajando en la basura; esto incluye a más de 1,5 millones de recolectorxs de basura, así como a compradorxs ambulantes, pequeños y grandes comerciantes de desechos, trabajadorxs de estos lugares y reprocesadores. Su trabajo consiste en recoger los desechos, separarlos, limpiarlos, desmontarlos, transportarlos y comerciar con ellos. Son efectivamente el sistema de reciclaje primario en la India y ayudan a mantener el medio ambiente más limpio de lo que sería de otra manera. Pero el trabajo de los recicladores, en sí, está lejos de ser un trabajo verde y muy lejos de ser seguro.

Si bien ofrecen servicios invaluables a la ciudad, lxs recicladorxs tienen pocos derechos y operan en condiciones de trabajo inciertas y deficientes. Todos los días, están expuestxs a venenos mortales, se ven obligados a pagar sobornos simplemente para hacer su trabajo, son hostigados y sufren violaciones de sus derechos básicos.

Chintán aborda esto, ayudando a construir negocios verdes en la parte inferior de la pirámide, principalmente entre lxs recicladores, definiendo un trabajo ecológico como uno que no sólo da como resultado bienes y servicios ambientalmente sostenibles, sino también uno que le permite a un/a trabajador/ ganar un salario mínimo, trabajar de manera segura y legal y no estar expuestx a toxinas. Algunos ejemplos de esto son la recolección de residuos en la puerta, el compostaje, el tratamiento primario de plásticos PET y el desmantelamiento seguro de residuos electrónicos complejos.

El Banco Mundial, estima que los desechos globales crecerán un 70 % para 2050 (la mayoría procedente de los países de ingresos altos (16 % de la población mundial), proyectos como Chintán son de gran importancia.

Colabora con el Grupo de Investigación y Acción Ambiental de Chintán mediante donaciones, y conoce más de su proyecto en su facebook.

 

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