La Casa Invisible, centro social referencia en el sur de España. Cooperación, cultura libre y ciudadanía en Málaga.

La Casa Invisible es un Centro Social y Cultural de Gestión Ciudadana que nació́ en Málaga, España, en marzo de 2007, cuando una amplia red de ciudadanxs, vecinxs y creadorxs decidieron llenar de vida un hermoso edificio de propiedad municipal que se encontraba en estado de abandono.

La Casa Invisible nace de un gesto de desobediencia civil -la ocupación de un inmueble municipal en desuso- ante la falta de equipamientos socioculturales y unas políticas públicas que han primado el enriquecimiento de unos pocos antes que el bienestar de la ciudadanía.

Desde sus comienzos, La Casa Invisible promovió un conflictivo y dificultoso proceso de negociación con el Ayuntamiento de Málaga – propietario del inmueble – con la intención de garantizar la continuidad del proyecto a través de un acuerdo de cesión de uso. El objetivo era consolidar la experiencia y que se reconozca el estatuto y legitimidad de la Gestión Ciudadana de equipamientos y bienes comunes. Durante las distintas fases de negociación han participado también la Diputación Provincial de Málaga, la Junta de Andalucía, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y numerosas personalidades culturales de Málaga y otras ciudades.

La relación con el Ayuntamiento y su gestión neoliberal de lo común han sido, son y serán conflictivas y dificultosas. Durante los primeros 3 años y especialmente en 2009, La Casa Invisible estuvo seriamente amenazada de desalojo y solo gracias a una amplia campaña y una masiva manifestación de apoyo se pudo evitar y abrir la posibilidad de un acuerdo. En enero de 2011 La Casa Invisible firma con el Ayuntamiento, la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía y el Museo Reina Sofía el llamado “Protocolo de Intenciones” que establecía una serie de pasos que las partes debían dar en un plazo de un año. Dichos pasos atendían a ciertos requisitos relacionados con la normalización de estatuto del proyecto, la forma jurídica y la regularización de algunos aspectos como los suministros, pero en ningún caso afectan a la plena autonomía en la gestión del proyecto cuya soberanía sigue residiendo en la asamblea y las formas organizativas de las que nos hemos dotado basadas en la participación directa y la democracia ciudadana.

 

El acuerdo firmado supuso un primer e importante paso en la conquista del derecho a la participación y la gestión comunitaria de bienes y equipamientos públicos, y por eso fue presentado y celebrado como una importante victoria ciudadana. Este acuerdo no fue fruto de hábiles negociaciones, sino de la potencia de una red de ciudadanxs que con alegría, tenacidad y cooperación pusieron en marcha y consolidaron un equipamiento vital para la vida sociocultural de la ciudad.

Al cumplirse los acuerdos, y transcurrido el año estipulado por el protocolo de intenciones, La Casa Invisible y el Ayuntamiento redactaron el modelo de acuerdo que debía firmarse en enero del 2012 para la cesión en uso del inmueble por un plazo de 5 años.

Varios objetivos se marcaron entonces y 12 años después se siguen cumpliendo. Estos se podrían resumir en:

-Estimular procesos de autoorganización social que fortalezcan las redes y movimientos sociales que trabajan por la justicia social.

-Crear un laboratorio de experimentación cultural protagonizado por creadorxs locales y basado en criterios de cooperación, producción colaborativa y cultura libre.

-Propiciar trayectos de formación en distintos ámbitos (ciencias sociales, política, tecnología, arte y creación, etc.) que fomenten el pensamiento crítico, el empoderamiento ciudadano, la creatividad social y la acción colectiva.

-Experimentar modelos de gestión ciudadana de equipamientos y bienes comunes que promuevan una radicalización democrática basada en la equidad y la participación directa de vecinxs y ciudadxs en el diseño, elaboración y gestión de las políticas públicas.

El vínculo mutuamente beneficioso entre el edificio y el tipo de servicios que presta a la ciudadanía es el que dota de legitimidad a un proyecto de estas características, modelo a nivel europeo e internacionalmente. En este sentido deben entenderse las reparaciones, mejoras y cuidados permanentes que se le han realizado al edificio, del estado de abandono y deterioro desde el año 2007.

La propuesta para su rehabilitación fue y es un proceso gradual y flexible, de intervención mínima, sin aumento del volumen construido, lo cual resulta, con gran diferencia, la opción más sostenible.

El modelo de gestión se basa en grupos operativos y asamblearios y es relativamente sencillo: comisiones/áreas de trabajo (Comunicación, Actividades, Estrategia, Economía y Rehabilitación) y una Asamblea General quincenal donde las comisiones y participantes en la gestión del proyecto intercambian información, se coordinan, debaten y toman decisiones sobre el transcurrir del proyecto.

 

Las áreas de gestión han sido y son espacios abiertos a la participación y su funcionamiento es democrático y operativo. Además de la gestión colaborativa del funcionamiento básico del edificio, en La Casa Invisible numerosos proyectos autónomos, colectivos y personas han abierto distintos campos de experimentación política/social/cultural. Si bien estos campos tienen fronteras difusas y hay muchos proyectos que conectan distintos ámbitos, lo cierto es que podemos delinear ciertos ejes temáticos, laboratorios o ámbitos de experimentación que hemos desarrollado en estos años y sobre los que queremos seguir trabajando. Estos ámbitos deben ser problematizados, discutidos, revisados y reinventados. También se pueden abrir nuevos laboratorios en función de los proyectos e iniciativas que lo deseen. Invitamos a personas, proyectos y colectivos a cooperar y participar en el desarrollo y crecimiento de La Casa Invisible como una institución experimental de organización y gestión comunitaria.

 

 

La Casa Invisible está hecha de conexiones y funciona como un espacio de encuentro y cooperación entre iniciativas, colectivos y personas que trabajan/creen/experimentan en torno a los siguientes ámbitos:

Comunicación. redes Sociales, software libre, laboratorio de medios, diseño gráfico y difusión.

Creación de comunidades y públicos, radical community manager, experimentación multimedia, radio y Tv comunitaria online.

Cultura Libre. Programación de actividades, recepción, organización y cooperación entre propuestas e iniciativas culturales, organización y gestión de eventos, promoción de escenas culturales emergentes y formaciones culturales de lxs creadorxs invisibles. Cases, talleres y espacios de trabajo y experimentación en música, danza, artes escénicas, artes plásticas, producción multimedia, festivales y encuentros de cultura independiente.

Autoformación. Investigación Desarrollo de espacios seminariales y trayectos formativos, cursos, conferencias, presentaciones de libros, grupos de lectura y debate, investigación social participativa, cartografías ciudadanas, espacios de análisis, discusión y elaboración sobre temáticas de interés, producción editorial y elaboración de materiales formativos.

Autoorganización ciudadana. Creación, apoyo y coordinación de colectivos sociales, respuestas colectivas ante la crisis, movimiento 15M, información y apoyo ante conflictos y situaciones de injusticia social, empoderamiento, participación y gestión comunitaria, creación de redes y espacios de cooperación entre iniciativas sociales, elaboración de políticas públicas de base y realmente democráticas, organización y diseño de campañas de información y activación social.

 

Rehabilitación. Bioconstrucción, arquitectura colaborativa, defensa del patrimonio social, cultural y arquitectónico, mantenimiento, cuidado y reparación del edificio de La Casa Invisible, gestión de obras y rehabilitaciones, albañilería, fontanería, electricidad, carpintería, cristalería, pintura, decoración y diseño de espacios. Arquitectura participativa, bioconstrucción y técnicas constructivas sostenibles.

Economía solidaria. Emprendimientos cooperativos, proyectos de autoempleo, cooperación social productiva, salidas colectivas de la crisis, compartición de saberes e ideas, emprendizaje comunitario e innovación social, gestión, organización y desarrollo de la economía de La Casa Invisible, formación en economía cooperativa y solidaria.

Desde marzo de 2007, este centro social y cultural de gestión ciudadana se ha convertido en un verdadero pulmón de creatividad y autoorganización en Málaga.

Además, cabe mencionar a la Universidad Libre Experimental (ULEX) nace en Málaga en ese mismo mes, como uno de los ejes fundamentales de La Casa Invisible. Es un dispositivo de producción de conocimientos situados en el contexto de los procesos sociales vivos, en conflicto y gestación. La ULEX no es un espacio neutro de conocimiento, es más bien un laboratorio, una agencia de producción de “saberes-arma”.

Desde el año 2012, La Fundación de los Comunes es un laboratorio de ideas que produce pensamiento crítico desde los movimientos sociales como herramienta de intervención política. Son una red de grupos de investigación, edición, formación, espacios sociales y librerías que ponen recursos en común para impulsar la revolución democrática y la igualdad social.

Tienen equipos de trabajo en Iruña, Barcelona, Terrassa, Zaragoza, Madrid y Málaga. En estas ciudades cuentan con espacios sociales donde se realizan actividades culturales, formativas y políticas: Librería Katakrak, La Hidra Cooperativa, Ateneu Candela, La Casa Invisible o Traficantes de Sueños. Cada uno de estos lugares tiene una configuración propia, algunos son espacios cedidos o recuperados, otras empresas políticas de carácter cooperativo.

Sostienen también proyectos distribuidos y conectados entre sí, como son los cursos de autoformación –uno de sus ejes fundamentales de trabajo– como charlas y seminarios, y dentro de ese trabajo en red, tienen grupos de investigación propios: Observatorio Metropolitano de Madrid, La Hidra Cooperativa (Barcelona), A Zofra (Zaragoza) y la Ulex (Málaga). Su ADN Está definido por la autogestión, la horizontalidad en la toma de decisiones, la socialización de los recursos materiales e inmateriales y la apuesta por lo común, en el sentido de abrir espacios a lo social y de permitir el acceso a producciones mediante licencias Creative Commons. En suma: democracia y cultura libre.

Todo este complejo entramado tiene como objetivo impulsar una transformación social capaz de democratizar económica y políticamente las formas de organizar lo común. Una contribución que adopta la forma de producción de nuevos paradigmas de interpretación de la realidad, declinados en investigaciones, análisis, artículos o espacios de autoformación.

Iniciativas como La Casa Invisible ponen en entredicho las políticas que apoyan culturas insostenibles y dan la oportunidad a la ciudadanía de encontrarse en un lugar en donde, no sólo se sienten protegidos, sino donde además pueden crecer como personas y colectivos. Hay pocos lugares como este centro social referente en España y en el Europa, y no nos imaginamos cómo sería el mundo sin estos pulmones de cultura libre y unión ciudadana.

 

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