La Buena Estrella

La Buena Estrella trabaja como colectivo desde hace 5 años, pero el grupo de amigos que la fundaron se conocen y colaboran desde hace diez. La mayoría estudió artes aunque algunos otros también son ingenieros, psicólogos… pero todos tenían intereses comunes y se reunían y compartían charlas sobre cultura, arte y política.

 

 

Un ejercicio práctico para todos ellos fue emprender una aventura juntos y comenzar a producir. Así se fundó el primer colectivo (Colectivo PIB) que con el tiempo derivaría en La Buena Estrella, gracias al esfuerzo y ganas de cuatro de los miembros de este primer colectivo, quienes querían seguir trabajando juntos y tener un espacio independiente donde desarrollar proyectos propios y colectivos.

El espacio lo encontraron por casualidad: comenzaron teniendo un lugar a dos cuadras de donde La Buena Estrella se encuentra actualmente, pero el espacio era muy pequeño; ya que uno de los integrantes vivió por la zona de joven y conocía a gente del barrio, coincidió con uno de sus amigos de la prepa y éste le contó que tenía un espacio algo abandonado y que podría prestarselos.

 

Tras un año de obras y lidiar principalmente con la humedad del edificio, La Buena Estrella se instala en Ignacio Manuel Altamirano 88, San Rafael, 06470 Ciudad de México, y comienzan así, nuevos ejercicios para mejorar el espacio. Así, una de las técnicas de recaudación monetaria, consistía en las expo ventas, que ayudó a ir mejorando poco a poco el espacio y las instalaciones en general (gracias a la primera expo venta pudieron tener agua, antes no había cisterna).

 

 

 

 

En este año de trabajo, poco a poco se instalan las luces, se pinta, se mejora y acondiciona el edificio con la ayuda de amigxs, que colaboran también con este proyecto comunitario de manera altruista; por lo que no sólo acaba siendo una galería y un taller, sino también un centro social. Así, los proyectos artísticos, la intervención en el espacio público y la gráfica en sus diversas manifestaciones, son los ejes principales de su interés.

La Buena Estrella toma este nombre popular, que bien podría ser de una una vinería, una farmacia, o una tiendita de abarrotes, para presentarse no sólo como un espacio “alternativo”, sino además como un espacio para el barrio y sus necesidades y cuyas creencias parten de la base de que el arte político debe trabajar desde y para la comunidad.

 

 

 

Para ellos, y ante la complejidad de la época en la que vivimos, es importante enfocarse en problemáticas locales para, desde el arte, tender puentes y abrir canales de comunicación como una estrategia para el encuentro entre lo diferente y el planteamiento de utopías.

Así, Christian Albrecht (fotógrafo), Diego Álvarez «Ocote» (artista urbano), César Urrutia (grabador y pintor) y Carlos Soto «xchams» (grabador y artista urbano) son los integrantes principales del colectivo y cada uno de ellos tiene una amplia trayectoria artística de exposiciones y premios.

 

 

Como colectivo, han llevado a cabo proyectos como “Por donde le entramos” expuesto en la Galería José María Velasco, en la que trabajaron a lo largo de un año con vecinxs de Tepito para generar propuestas artísticas que intervinieron tanto en la galería como en diversos espacios del barrio.

Carlos Soto nos contaba que La Buena Estrella es un espacio que tiene dos funciones principales: una es la de ser centro artístico, cultural y social, donde se llevan a cabo reuniones, talleres, y producciones a nivel personal; y la segunda, la de ser un espacio colectivo donde las técnicas no son tan importantes, pero sí el arte urbano y con comunidad. De ahí justo vienen proyectos como el que mencionamos en Tepito, y otros centrados en el rescate de la memoria y la identidad, como el que tuvo lugar en la Colonia San Rafael. Este proyecto fue la exposición “Memoria 06470”, parte del Festival FOTO MX, para el que llevaron a cabo una memoria fotográfica de la colonia San Rafael a partir de un acervo de fotografías recolectado, en conjunto con lxs vecinxs. Se catalogaron fotos populares y se mapeó el barrio, para recordar y rememorar experiencias y el pasado de los vecinxs.

 

Los talleres y la miscelánea de La Buena Estrella, buscan ser asequibles para la mayoría de las personas y  pretenden, además, incentivar el coleccionismo y el conocimiento de las artes gráficas en México.

 

 

Durante los últimos tres, cuatro años se han desarrollado muchos espacios colectivos en la Ciudad de México y hay más libertad de creación y de generar espacios artísticos que no están sujetos a instituciones gubernamentales ni mediados por un sistema consumista, y que creen y apoyan el arte como modo de vida y máxima expresión cultural en nuestros días.

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